DECLARADO, ÉL SERÁ EL PRESIDENTE

DECLARADO, ÉL SERÁ EL PRESIDENTE

Adolfo Ortiz / Ajusco Radio
OPINION / Miércoles 9 de noviembre de 2016

Declarado. Él será el próximo Presidente. Ahora me da risa. Si hubiera apostado, hubiera ganado… yo también. Desde que su nombre y más su imagen –a raíz de su precandidatura- fueron de mi conocimiento, me atreví a sostener que sí, que él sería el Presidente. Más cuando su aspiración se consolidó como representante del Partido Republicano y la contienda formalmente comenzó, teniendo enfrente a la demócrata. Mis dudas se disiparon cuando puso pie en suelo mexicano en calidad de invitado.

En esta coyuntura electoral gringa, con quienes hablé del asunto no dieron chance a que el día de hoy tuviéramos esta realidad. Más de uno soltó un improperios y con otro hasta llegué a escuchar un rap con letra en contra del candidato. Claro que mis charlas fueron siempre eso, charlas, nunca de carácter formal, de análisis u otra cosa más, a lo que se agrega que mis interlocutores son personas de mi cotidianidad, pero todas y todos más o menos atentos a la situación. Pese a ello, nadie hubiera apostado por él.

El republicano cerró su campaña prometiendo hacer resurgir la industria automotriz del Estado para hacerla "mejor y más grande que nunca en la historia", que mejor que en Grand Rapids, Michigan, emblemático lugar de esta industria. "¿Quieren que Estados Unidos sea gobernado por la clase política corrupta o por el pueblo?", dijo y luego declaró: "Hoy es nuestro día de la independencia". Siguiendo notas de prensa, en su momento comenzó diciendo "No necesitamos a Jay-z, Beyoncé, Bon Jovi, Lady Gaga, sólo necesitamos grandes ideas para volver a América grande otra vez", en referencia a la lista de artistas y cantantes que dieron su apoyo a la ex secretaria de Estado.

Por otra parte, ésta concluyó su proselitismo lamentando “profundamente el tono de enfado” de esta campaña, prometió ser la presidenta de todos para volver a unir al país. “El amor siempre triunfa sobre el odio”, dijo. Más adelante agregó: “Ya sabemos lo suficiente sobre mi oponente, sabemos quién es. La verdadera pregunta para nosotros es qué clase de país queremos ser”. Con la presencia del actual Presidente y su consorte, de su esposo ex Presidente y de muchas “personalidades”, el acto de cierre de su campaña electoral se efectuó en la explanada del Independence Hall en Filadelfia, simbólico lugar donde se aprobó la declaración emancipadora y se redactó su Constitución.

Ambos se fueron a dormir y quien pudo, hizo sus apuestas. Yo sí hubiera apostado una lana por él. Era tiro seguro. Figura idónea del yanqui invasor. Quiere hacer a “América más grande otra vez” (¿o “genial”?). Sabe del deterioro de la presencia yanqui en el marco internacional y quiere afianzar los intereses imperialistas nuevamente.

A mediodía, la demócrata se mantenía a la delantera y el dólar estaba por debajo de los veinte pesos por unidad; al escuchar el noticiero de las dos y media de la tarde la tendencia de conservaba; con labores cotidianas como habitante mexicano no di atención al avance de los resultados, sino hasta en la noche (9:30 pm hora chilanga) donde el magnate ya se sostenía en la punta de la competición y el peso mexicano deteriorado. Posterior al cierre de la jornada, viendo a través del noticiero televisivo salir a la escena al representante de los demócratas y no a la candidata, para escucharlo decir “Hay mucho que contar, vayan a sus casas a descansar, mañana seguiremos contando” fue la confirmación de la derrota, de la derrota de ellos. Nada más faltaba ver salir a un recién acicalado candidato, portando un traje nuevo (aunque parece que siempre es el mismo), exprofeso, sabido de la ocasión, pavonearse convertido en presidente electo. Y así fue. Desde el New York Hilton Midtown, en la ciudad de Nueva York, entre gritos de “¡U-S-A! ¡U-S-A!”, a las 2:50 am, hora del este de los Estados Unidos, dio sus primeras palabras como ganador de las elecciones.

No habló de muros ni de musulmanes, no habló de ilegales ni de mujeres, no habló de deportaciones ni de encarcelar a la de los correos electrónicos. No, no habló de eso. A la adversaria le reconoció y elogió su “servicio público” a su país. Destaca cuando dijo: “Prometí que sería el presidente de todos y eso es importante para mí. Les pido su ayuda para trabajar juntos. Esto no era una campaña sino un movimiento hecho de miles de personas trabajando por construir un futuro mejor para sus familias. Mañana mismo empezaremos la tarea urgente de reconstruir nuestra nación”. Desde luego que todos los presentes le aplaudieron antes, durante y después del discurso.

No pretendo salir con el rollo de: “¡Compañeros! El sistema capitalista nos explota…”, pero estamos en el momento de generar preguntas sobre lo representa para cada uno de nosotros, en el mundo entero y en particular en México, la llegada al poder de quien amenazó con que nuestro país pagará el muro e insultó a nuestro pueblo. Quien sí apostó, ganó, invitó con antelación, le dio la mano antes que nadie y ha de estar que brinca de contento es quien ya sabemos y no hemos podido hacer renunciar.

Si no es tiempo de accionar porque no hay respuestas, por lo menos tiempo de preguntar.

Sin todavía ver reacciones posteriores al discurso de ganador, me preguntó: ¿Cómo serán las relaciones de aquí en adelante? Las económicas, las políticas, las sociales, las diplomáticas, las culturales y ese largo etcétera. Desde luego cabe preguntar todo eso, pero en cuanto a sencillas opiniones, lo aterrizó en algo espontáneo: ¿YO QUÉ OPINO DEL NUEVO PRESIDENTE GRINGO?” Como llanos sentires, favorables o no (quiero pensar que serán mayoritariamente opiniones desfavorables), considero que es importante señalar cómo será nuestro actuar de aquí para delante.

Cuatro años que pueden ser ocho para que se acabe lo que aquí inicia (ya no falta tanto, mientras el mundo puede ser mejor), por lo que el día de hoy lo quiero comenzar con la famosa y trillada frase de articulo pedorro: “la realidad supera la ficción”. Está declarado.